Los malos resultados deportivos en la Liga Profesional pusieron a Colón y a Vélez contra las cuerdas y, si la temporada terminara ahora, los santafesinos deberían jugar un desempate ante Huracán para definir el segundo descenso a la Primera Nacional. Con esto como excusa, los barras apretaron a los jugadores de los dos clubes, en otro domingo en el que el fútbol argentino quedó manchado por la violencia.
Lo más grave sucedió en la Villa Olímpica de Vélez, en donde los violentos esperaron a los futbolistas después de la caída ante Huracán.
Huracán festejó el triunfo ante Vélez como un títuloPeriodistas partidarios reflejaron en Twitter que los barras ingresaron al predio después de amenazar a la seguridad y que al menos dos juveniles recibieron golpes: Gianluca Prestianni y Santiago Castro. También le cruzaron el auto a Leonardo Jara y le habría dicho que le pegarían un tiro en los pies.
Todo esto llevó a que un grupo de jugadores de Vélez, en ése mismo momento, a manifestarles a los dirigentes sus intenciones de abandonar la institución.
Los barrasbravas de Colón arremetieron con amenazas tras la derrota sufrida por el equipo frente a Arsenal, por 2 a 0 en Sarandí. La amenaza se expresó a través de un pasacalle que apareció en la puerta del estadio del "sabalero", apenas consumada la caída: "Basta de excusas. Basta de joda".
Ganaron Instituto y Barracas; Huracán está en llamasColón terminó en la antepenúltima colocación el torneo de la Liga Profesional de Fútbol (LPF), con apenas 25 puntos: cuatro triunfos, 13 empates y 10 derrotas.
Lamentablemente las amenazas de los violentos se volvieron una constante en el fútbol argentino. En abril pasado, en el complejo Natalio Mirkin, barras de San Martín amenazaron a los integrantes del plantel "santo", aunque en ese momento la situación no pasó de gritos e insultos hacia los profesionales.